El boom de la gastronomía de autor está muy bien. Está bien que Ferran Adrià esté en las portadas de las revistas de todo el mundo. Qué busquemos cada temporada televisiva al "Iron Chef". Que la Guía Michelin entregue estrellas a los templos gastronómicos. Que se haga cocina molecular. Que estén planeando menús para el Espacio... todo eso está muy bien.
Pero, no hay que olvidar que una buena parte de la población del mundo no ve "alimentación" como una cuestión gourmet, sibarita, placer...
para muchos, la alimentación aún es una simple necesidad que se cubre a duras penas.
No pensemos en África, no vayamos tan lejos; en nuestro país, México, la alimentación es una necesidad mal atendida.
Existen 1 020 millones de malnutridos en el mundo, lo que se traduce en casi una sexta parte de la humanidad, padeciendo hambre.
Y esto, no es culpa de Ferran Adrià, ni de la crisis mundial actual... la culpa la tienen los gobiernos del mundo.
Es tiempo de darnos cuenta que el sistema geopolítico operante no funciona como lo planeaban.
Qué la cocina sea un placer está muy bien.
Qué la cocina se reinvente está perfecto.
Qué la cocina sea considerada arte, me parece genial.
Lo que no me parece es que los cocineros del mundo traten de emular a Ferran Adrià y saturen los medios de comunicación con su presencia, cuando es obligación suya presionar a los gobiernos, para que la situación del hambre mejore.
Los abogados ejercen la ley, los arquitectos construyen, los médicos curan ¿Por qué los cocineros no se ocupan de cocinar? De contribuir a solucionar el problema de alimentación precario que existe en el mundo.
Gobiernos del mundo ¡Despierten!
Ustedes y todos los que no hacemos nada, estamos matando a la gente de hambre.
Sí, hoy es el día de la alimentación; lamentablemente sólo para algunos.
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