Dice una nota de Milenio Diario:
"El día en que México jugaba con Sudáfrica, Miguel Ángel Morales descubrió que se está llevando a cabo la demolición del cine Teresa..."
Hoy en los telediarios se oían declaraciones que confirmaban lo que ya se sabe: Latinoamérica sin educación está destinada al fracaso.
Al pueblo pan y circo. Mientras la selección de fútbol dormía a las masas con sueños guajiros, un pedazo de cultura de nuestra ciudad se iba al garete.
¿Cuántas salas cinematográficas de ese tipo sobreviven en D.F.?
En la marea de complejos cinematográficos sin personalidad ya es difícil concebir el cine en nuestro país de una manera romanticista.
Ocho de cada diez películas que exhiben en cartelera estos complejos es una porquería.
Una de cada diez películas que se exhiben en estas ciudades del cine es mexicana.
¿Dónde se puede ver una buena película en un buen cine en nuestra ciudad?
Sí, lo sé, existen algunos sitios que proyectan cine de arte, pero se cuentan con los dedos de una mano.
Alguna vez el Cine Teresa fue considerado el mejor de la capital.
"En el vestíbulo había una reproducción de la Venus de Canova. Los pasamanos de la escalera eran de cristal. Había más de tres mil butacas. Según la publicidad, unas musas en relieve parecían volar sobre la sala gracias a un efecto especial de la luz azul: el espectáculo comenzaba en la calle, seguía con las imágenes proyectadas en la pantalla —la primera Cinemascope que hubo en México— y terminaba con la sensación de irrealidad que envolvía a los espectadores cuando la luz era encendida, y aquellas musas iniciaban el vuelo."
Un cine que vivió proyecciones de buen cine, de cine de bajo presupuesto, de cine porno... todo un templo lleno de historia; fiel reflejo de la historiografía del cine mexicano.
Cinematografía que vivió su época de oro, pasando por el cine de ficheras, luego el supuesto nuevo cine mexicano, hasta llegar a la realidad actual.
¿Existe el cine mexicano?
No.
Existe Del Toro, Cuarón, Arriaga, González Inárritu, Reygadas, Prieto, García Bernal... pero no existe un cine mexicano como existe uno español, francés, danés...
Los últimos éxitos mexicanos tienen dinero de Bélgica, Estados Unidos, España...
El día que entendamos que tirar un cine para hacer un centro comercial en una de las zonas más descuidadas de la ciudad es una tontería... ese día dejaremos de ser tontos.
Tontas las autoridades, tontos nosotros.
Tenemos los gobernantes que merecemos, y el cine que merecemos, y la ciudad que merecemos.
Aunque la decisión puede resultar inteligente ¿Para qué queremos cines sino producimos películas? Mejor tirarlos y hacer templos de iglesias cachondas, centros de comercio pirata...
Así, el Cine Teresa corrió con la misma suerte. Quizá pagó el hecho de exhibir cine porno (para sobrevivir su crisis); pago el pasar:
"Del cine que dedicaba tardes a damas metropolitanas, a lugar de apoyos masturbatorios, hasta espacio para citas de la comunidad gay."
Dios nos agarre confesados, esperemos que no lo haga en una de las iglesias donde antes había un cine.
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